Actividades de la Cátedra Calasanz 2011

Conferencia Magistral: "La urgencia de la educación hoy"

En el marco de las actividades de la Cátedra Calasanz, se llevó a cabo la Conferencia Magistral titulada “La urgencia de la educación hoy”, impartida por Mons. Félix Lázaro Martínez, Sch. P. en el auditorio de la Universidad Cristóbal Colón el jueves 24 de marzo de 2011.

El Prelado destacó en un primer momento la visión de San José de Calasanz, señalando la convicción que éste tenía de la educación de los jóvenes: “En un sentido práctico, Calasanz sintió la urgencia de educar en la Piedad y en las Letras a los niños pobres para formar buenos ciudadanos y buenos cristianos”.

En un segundo momento, el Obispo comentó el pensamiento que el Papa Benedicto XVI tiene sobre la educación. El Papa Benedicto XVI supone que la educación es una tarea urgente y que Mons. Félix Lázaro resumió en tres principios a entender:

  1. El fenómeno del relativismo imperante contra la verdad: el problema radica en la capacidad para conocer la verdad. El relativismo propone que la verdad se construye en cada época, por ello afirma que cada quien posee su verdad. El Papa Benedicto XVI es un apasionado de la razón  que considera que la obra educativa es ardua, porque falta hablar de la verdad.
  2. El amor a los jóvenes y su preocupación por su futuro: en voz del Obispo de Ponce comentó que “nunca ha habido un Papa tan preocupado por la educación como Benedicto XVI”. Añadió que la educación por los jóvenes reviste, además, una preocupación por la salud física y moral de todos ellos, por lo que el Papa invita a los padres de familia a no desentenderse de la misión de construir sólidos valores en la familia; a los profesores, a educar en la verdad; a los sacerdotes, a vivir los sentimientos de Cristo; a los alumnos, ser artífices de su crecimiento moral y espiritual. “Hoy la verdad, la libertad y el bien se ponen en duda. Educar en el bien es posible, es pasión en el corazón, es contribución de todos”, aclaró el prelado.
  3. La educación en la fe: Monseñor Félix mencionó durante su conferencia que una educación sin Dios no tiene sentido. El Papa Benedicto XVI ha señalado que educar en la fe no es tarea fácil. “El Papa Benedicto quiere que tengamos conocimiento pero siempre con fundamento”. Indicó que el relativismo y el tecnicismo aleja de la verdad, por eso el Papa dice al conocimiento, pero basado en la verdad. “Si la Universidad no facilitara el diálogo con la religión no podría haber diálogo entre culturas. Si el hombre quiere ser libre debe galopar hacia la verdad. Cristo es el que nos puede enseñar la verdad”, señaló el prelado. Por otro lado, consideró que la crisis de verdad contemporánea está radicada en una crisis de fe, por ello invitó a la caridad intelectual, cuya importancia radica en la responsabilidad de educar en la verdad. “El amor de Cristo nos lleva a educar en la verdad, la fe y el amor a los niños y a los jóvenes”, puntualizó el Obispo.

Es evidente la riqueza de contenidos que la Iglesia Católica tiene respecto a la educación, pues el contenido de la conferencia que tuvimos oportunidad de escuchar fue de gran calidad, bajo la valiosa reflexión de un obispo escolapio que fundamenta la visión educativa en el pensamiento del Papa Benedicto XVI.

La comunidad universitaria agradece al Obispo de Ponce, Mons. Félix Lázaro Martínez, Sch. P. su participación y dedicación en esta profundización de la espiritualidad y pedagogía escolapia. Con esta conferencia asumimos la convicción de que la labor educativa contribuye a la formación de buenos cristianos y buenos ciudadanos, tarea urgente en nuestro país.

Marzo de 2011

Ceremonia de entrega Medalla Calasanz al P. Alejandro García-Durán
de Lara, Sch. P. (†) “Padre Chinchachoma”

En el auditorio del campus Torrente Viver tuvo lugar la entrega de la Medalla Calasanz 2011 otorgada por la Universidad Cristóbal Colón a través de la Cátedra Calasanz a figuras que se hayan significado en los ámbitos académico, religioso, social o cultural. El elegido en esta ocasión fue el recordado P. Alejandro García-Durán de Lara, Sch. P. (†) “Padre Chinchachoma”, cuya obra en favor de los niños de la calle continúa hoy en día como su perpetuo legado.

La proyección de un video semblanza con pasajes representativos de sus años de convivencia con la niñez, de su carácter, personalidad y pensamiento, permitió recordar a este gran hombre de viva voz, dado que abarcó fragmentos de entrevistas y grabaciones diversas que dieron inicio al tono emotivo con que se singularizó este evento.

La Medalla Calasanz fue entregada in memoriam al P. Alejandro García-Durán de Lara, Sch. P. (†) por el P. Juan Jaime Escobar Valencia, Sch.P., Rector de la Universidad Cristóbal Colón, recibiéndola el hermano del “P. Chinchachoma”, el P. Adolfo García-Durán de Lara, Sch.P., Historiador de la Orden Escolapia. Acto seguido, este último recordó la significativa vida y obra del homenajeado.

Fue así como a lo largo de su discurso, el P. Adolfo García-Durán de Lara hizo recordar a los presentes la peculiar metodología que empleaba el Chincha –como se le conocía cariñosamente- para acercarse a los niños y que éstos comprendiesen por qué no debían dañarse a sí mismos, pues como el mismo Chincha decía: “hay que aplicar el principio de acción y reacción. El principio de acción y reacción es profundamente lógico. Si a un niño le dan amor aprende a amar. Si a un niño le dan respeto, aprende a respetar. Si a un niño lo tratan con ternura, aprende a tratar con ternura; si le dicen palabras amables, aprende a ser amable… Cuando a un niño lo engendran con golpizas, desea matar. Es por eso que, cuando un niño se droga, yo me pongo de rodillas, saco el cinturón y me pego una paliza. ‘¡Está loco!’ dicen. Cuando el niño ve que me golpeo, inmediatamente recuerda a su padre y entonces piensa: ‘sí me quiere’, y entonces decide no drogarse para que yo no me pegue”.

También resaltó la formación Escolapia del “P. Chinchachoma” como hijo de San José de Calasanz, quien “… se conmovió ante la inmensidad de niños pobres excluidos en su tiempo de la educación y se dedicó a ellos. Hoy ya los estados se preocupan de la educación, pero los niños callejeros seguían excluidos de ella. Alejandro, como hubiera hecho Calasanz hoy,  se dedicó a procurársela”.

Concluyendo así su intervención: “Quiero agradecer a la Universidad Cristóbal Colón la concesión de esta Medalla Calasanz a su hijo e imitador. Y sobre todo quiero dar gracias a Dios  por habernos enviado a este profeta del amor”.

A la ceremonia de entrega de la medalla acudieron integrantes del Consejo Directivo del Centro de Estudios Cristóbal Colón, A.C., de la Junta de Gobierno de la UCC, directivos del Colegio Cristóbal Colón, directores y coordinadores de licenciatura y maestrías, docentes, alumnos, colaboradores, “hijos de Chinchachoma” y otros seguidores de su obra.